Que son los relojes automáticos y cuáles son sus características

Un reloj automático es un producto mecánico que no necesita pila para funcionar ya que la energía para mover sus partes internas es tomada del movimiento del cuerpo. Al llevarlo puesto automáticamente se carga.

El funcionamiento de los relojes automáticos es posible gracias al rotor interno que alimenta y proporciona la energía necesaria obteniéndola del vaivén que realizamos al desplazarnos o realizar algún tipo de tarea. Pura física aplicada a la tecnología.

Funcionamiento de un reloj automático

Relojes automáticos
Todo se produce gracias al mencionado rotor interno que es acompañado del pivote y algunos minúsculos componentes que simulan el gesto de dar cuerda mediante la corona, lo que enrosca en su interior para poco a poco ir soltándose mientras produce movimiento al ir desenroscándose. Este proceso es el que sustituye la necesidad de energía radiada desde una batería y hace que funcione.

Los relojes automáticos son la mejora a los tradicionales relojes de cuerda ya que evitan tener que girar la corona para cargarlo.

Diferencia de los relojes automáticos con los de pilas

Parte posterior reloj automático y de quarzo

A diferencia de los relojes de pilas, también llamados de cuarzo, un automático no necesita sustituir su batería ya que no la tiene. Por lo tanto es un reloj ecológico en cierta medida. Evita la contaminación que se produce con la fabricación y su última conversión en desechos, además de provocar el ahorro de esos euros de la pila.

El sonido es diferente. Quizás a priori no seas capaz de detectar diferencias evidentes en su funcionamiento pero poco a poco irás notando esas efímeras cualidades. Dadas las diferencias en el funcionamiento tienen sonidos característicos, diferentes y que son los que hacen que muchos aficionados sientan algo especial por ellos.

Precisión en la medición del tiempo. Esto es una faceta totalmente superada. En la actualidad hay un gran abanico de relojeros que diseñan con tanta precisión que es imposible diferenciar si son unos más precisos que otros al medir la hora. Eso sí, los que son más precisos son los que tienen un precio bastante abultado.

La diferencia principal entre relojes automáticos y relojes de cuarzo o pilas es el precio. En los de cuarzo puedes moverte en un margen de precios de 100 a 50.000 euros por mencionar una cifra tope, que no la hay, y si hablamos de relojes automáticos deberías empezar a mirar modelos de 3.000 euros como mínimo para que sean algo aceptable.

Un reloj automático tienes que llevarlo puesto para que no se pare. Y existe un margen de tiempo que puedes dejarlo sin usar hasta que deja de funcionar. Este período recibe el nombre de reserva de marcha que indica cuanto tiempo puedes dejarlo sin uso hasta su parada. Si agotas la reserva de marcha no te asustes, simplemente tendrás que ponerlo nuevamente en hora y usarlo para que funcione con total normalidad, exactamente igual que cuando lo dejaste varios días guardado.

Otras diferencias con los tradicionales relojes de cuerda que la gran mayoría hemos visto a nuestros abuelos es que no necesitan que se enrosque la corona para funcionar, esto es sustituido por su movimiento automático con lo que aprovechan la energía cinética del cuerpo humano.

Si quieres saber que tipo te conviene más en guía para comprar un reloj hablo sobre ello y sobre los distintos tipos de relojes que existen.

Curiosidades sobre su historia y evolución

El descubrimiento del movimiento automático se debe a una casualidad como tantas veces sucede a lo largo de la historia de la humanidad.

Componentes internos de los relojes

Cuando Abraham-Louis Perrelet y Abraham-Louis Breguet trabajaban en conjunto descubrieron la carga automática gracias a la energía que adquiría un modelo experimental al situarlo sobre cuerpos en movimiento. Dada la necesidad que existía entonces de dar cuerda a los relojes esto fue de un gran interés, lo que les llevó a inventar la carga automática.

Esta curiosa fortuna del destino ha provocado que hoy en día exista una amplia variedad de relojes automáticos suizos, franceses, japoneses y de multitud de países. Casi todas las marcas de relojería por no decir todas tienen algún modelo con estas características a la venta en su catálogo, y generalmente suelen ser los modelos más caros que se fabrican con mayor mimo.

Así podemos encontrar marcas de relojes de lujo como Hublot, Richard Mille, Breguet, la heredera de uno de los inventores del automatismo que ahora diseña sus propios modelos por separado y otras como Chopard con el Gran Turismo XL Mille Miglia, Audemars Piguet o Zenith. De todas hablamos en en marcas de relojes exclusivos.

Otras marcas de relojes automaticos interesantes son Festina, Viceroy y Omega ya que dada su gran calidad y precios accesibles llegan a más público.

 

Opinión y consejos a la hora de comprar relojes automáticos

Generalmente, para aquellas personas que sólo quieren un reloj para dar la hora lo más recomendable es cuarzo o pilas. Estos son los modelos más prácticos y hasta los más forofos y mayores coleccionistas disponen de varios.

Debido a que algunos relojes automáticos se desajustan varios segundos cada día hace que sean especiales y haya que dedicarles ciertos cuidados, es por eso que para simplemente mirar la hora de vez en cuando se recomienda los otros y una vez que quieras algo más optes por el automatismo. Que un reloj sea de pilas no significa que necesariamente tenga que ser de plástico barato, o que al revés signifique materiales preciosos. Ambas formas de funcionar tienen componentes variados: acero inoxidable, titanio, oro y diamantes. Sus materiales externos se pueden construir igual solo que difieren en la forma de funcionar.

Comento esto porque a veces mencionar un reloj de cuarzo o pilas parece nombrar relojes de pulsera que desmerecen el nombre de reloj y en su lugar debería llamarse máquina que da la hora y no que mide el tiempo, pero como te digo, hay un gran abanico de posibilidades en cuanto a modelos, marcas y materiales con que se fabrican.

Si buscas algo especial y dispones de un buen presupuesto, a partir de unos 3.000 euros puedes optar por un buen modelo, si no quieres complicaciones o quieres gastar un poco menos vas a poder comprar otros de una gran calidad.

Comprar un reloj automático es igual que comprar una obra de arte. Hay que invertir en cierto modo algo de dinero pero cuidándolo como se debe será una joya para futuras generaciones.